¿…Que por
qué Misionero?
…..Estos últimos
dos años he viajado más que el resto de mi vida. Si, hace dos años entre al
seminario de Maryknoll en Chicago, Il y desde entonces mi vocación misionera empezó.
San Diego, Nueva York, Ossining, y Lima son algunos de los lugares que he
visitado en este pequeño tiempo. Las alegrías son incontables. Mucho más la
gente que encuentro en el camino que hace de este caminar un hermoso paisaje
lleno de sonrisas. La vida misionera entonces, es en sí es un desprenderse de
todo para llenarse de la providencia de Dios. Esta realidad—es una que tratamos
de vivir ya que dentro de nuestras vidas, lo que llevamos en mano es solo una
maleta de porta manos. No sabiendo que nos espera muchas veces emprendemos
viaje. Nuestra tarea es verdaderamente llevar la buena nueva. Mientras más
emprendo en esta vocación, mas entiendo que la buena nueva toma muchas formas. A
veces compartiendo la historia de mi vocación en parroquias, a veces enseñando
a leer a niños en el sur de Chicago, otras veces orando con grupos de oración en
Lima, también escuchando las historias y testimonios y renovando la fe de jóvenes
católicos aquí en Chicago, organizando retiros en San Diego, o simplemente
siendo un amigo para muchos- la buena nueva se proclama. Tal vez en una palabra, la vocación misionera
se resume en: Enviado. Asi como Jesus fue enviado al mundo a salvarlo y
redimirlo del pecado, asi también todo misionero camina en la tierra como
extranjero y peregrino, siempre guiado por El Espiritu Santo que también se
revela de tantas formas…asi nuestro caminar es nuestra alegría, nuestro caminar
es nuestro destino, nuestro caminar es la buena nueva, nuestro caminar es
nuestra vocación.